No podrían haber elegido mejor el título de la cinta, un film en el que todo en él es eso, dudas, también podría haberse llamado la sospecha pero con ese título ya existe otra peli.
En una institución religiosa del Bronx en 1964, el padre Flynn da un sermón acerca de la duda cosa que intriga sobremanera a la madre superiora de la congregación, la Hermana Aloysius, la cual ya dudaba del sacerdote; esta lo comenta con sus compañeras y les dice que tengan los ojos bien abiertos.
La cercana relación del padre Flynn con uno de los alumnos, el único de color de todo el centro, unida a un par de hechos bastante extraños en los que el párroco y el chico son los protagonistas, alarma a la hermana James que avisa a la Hermana Aloysius y esta no duda en enfrentarse al padre Flynn y aclarar todas las dudas que las asaltan.
Esta película no trata de un capellán pederasta, ni de una falsa acusación, ni siquiera de unos hechos malinterpretados, no se juzga nada ni se defiende nada, es más bien un film hecho para que los actores se luzcan y que los críticos les elogien, y así es, tanto Meryl Streep, soberbia como siempre en el papel de la Hermana Aloysius la superiora de la congregación, eficiente, fría, rígida y dura con los chicos, la primera que duda; Philip Seymour Hoffman cada vez que lo veo mejor actor me parece, el padre Flynn más que un sacerdote se muestra un amigo para los chicos que pretende apaciguar el ambiente frío que impone la hermana superiora, él es el que nos hace dudar; Amy Adams (Encantada), nominada a los Oscar como mejor actriz de reparto, no nos tiene acostrumbrados a papeles de este marcado dramatismo, quedando, como es natural, un escalón por debajo de las dos estrellas que le acompañan en el cartel; todos ellos hacen de este filme una gran película para expertos, pero a los que vamos un sábado sí y otro no al cine para desintoxicarnos de la semana, esta peli nos deja a medias y salimos de la sala con un montón de dudas.
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